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Muro Literario

Ahí donde el sol se une con la tierra, existía un niño
que vivía solo en un campo. A menudo se aburría
y buscaba maneras de divertirse, siendo en vano
ya que no tenía gracia jugar con sigo mismo. Una
noche tuvo valor suficiente y decidió subir a la cima de
la montaña más alta para hablar con la Luna y pedirle
consejo.

- ¡Luna, Luna! – exclamo el niño - Los días cada vez se

vuelven más largos y difíciles, y no hay nadie aquí conmigo.

- No te desanimes mi niño – le respondió la Luna – Que,
aunque los días sean aburridos y las noches frías, yo siempre
estaré aquí y saldré a acompañarte, solo debes mirar arriba y
te sonreiré.

Desde esa noche, cada vez que el niño sentía que el peso de
los días lo hundía, miraba arriba, y ahí estaba ella con una
sonrisa brillante en su superficie. Y él se la devolvía, ahora
más sereno.

Por: Sofia Cantillo
Esrudiante de 10
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